Estas pinturas acrílicas nacen de mi vínculo profundo con Málaga, una ciudad que recorro con los ojos y el alma. He querido plasmar lugares emblemáticos donde a menudo se celebran eventos culturales y sociales, como el ayuntamiento, castillo de Gibralfaro, la Farola o el Paseo del Parque, espacios que forman parte de la vida y el pulso de esta ciudad luminosa. Esta serie fue expuesta hace ya una decena de años en el Hotel Molina Larios, en una muestra muy especial para mí, en la que compartí mi forma de sentir Málaga a través del color y la emoción.